EL SUPAY Y MI PERRA VELASCA

 Eran los años 70' cuando mi madre nos contó que se le presentó "el alma" y que esa noche al tratar de abrir la puerta de la cocina que daba al patio dei casa ella había sentido que alguien le impedía jalando la puerta hacia afuera, nos contó algo asustada mi madre. Sabiendo que mi madre era muy valiente aunque por su cultura muy creyente de las manifestaciones de los espíritus. Es un "alma" seguramente alguien va a morir, sentenció mi madre. Esa noche todos estábamos algo nerviosos y nos dormimos así, sin olvidar de sacar a la calle a nuestra perra Velasca que cada noche la liberabamos para que cuidara la puerta de entrada desde afuera.

Ya en la madrugada como a las 3 de la mañana escuchamos aullidos, gemidos y alboroto que evidentemente era nuestra perra, el cual nos asustó y tuvimos miedo de salir a ver. Pero cuando ya estaba por amanecer a las 5 de la mañana salimos en grupo yo y mis hermanos y al abrir la puerta nuestra perra entro rauda para esconderse debajo de la mesa de nuestra cocina. Ella era tan brava que era imposible que cualqueire persona pudiera asustarla.

Miramos afuera y vimos rasguños fuertes en la tierra del suelo como si alguien hubiera arrastrado de la cola a nuestra perra, rasguños en la puerta y la pared embarrada de excremento de nuestro noble animal y nos quedamos asombrados, muy anonadados que hasta hoy no hallo la explicación. Mi madre que siempre tenía una respuesta, dijo: fue el Supay (Diablo), dijo y nos recordó del "alma" que había luchado con ella la noche anterior.

Autor: Paco Cóndor Inche

Narrado en la II JORNADA RELATOS A ORILLAS DEL LAGO CHINCHAYCOCHA

 13 de noviembre del 2021

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